Cuando se inicia el estudio de Satán en el aspecto histórico se encuentra, uno, con una sorpresa que resulta abrumadora, y es la posibilidad, planteada por algunos autores, de que el Príncipe de las Tinieblas, el Padre de la Mentira, sea el hermano del Verbo.
El númida Lucius Cecilias Firmianus, celebra bajo el nombre de Lactancia, que vivió desde finales del siglo III hasta principios del siglo IV, aunque no fuese una autoridad en Teología, establecía la teoría de esa fraternidad entre Cristo y Satán, escribiendo en su obra “Divinae Instituciones” lo siguiente:
“Antes de crear el mundo, Dios creo un espíritu parecido a ÉL, repleto de las mismas virtudes del Padre. Después creo otro, en el que se borro la huella de su origen divino, porque se ensucio con el veneno de los celos, lo que le hizo pasar del bien al mal… Se sintió celoso de su hermano mayor, el cual, unido siempre al Padre, se había asegurado su afecto. Este ser que dejo de ser bueno y se convirtió en malo, es aquel al que los griegos llaman el Diablo.”
Según esta teoría de Lactancia, Satán no habría estado celoso del hombre, como sostuvieron algunos Santos y Padres de la Iglesia, sino del propio Logos, el Verbo encarnado, ¡su hermano mayor!
Con esto puede decirse que ya en el cielo se habría planteado y resuelto un anticipo del primer enfrentamiento terrestre entre los hermanos Caín y Abel. Y así como en las alturas la victoria correspondería al Hijo de Dios y la derrota a Satán, en la tierra sucedería todo lo contrario, puesto que Caín, personificación del mal y del crimen, obtendría la victoria sobre su hermano Abel, la personificación del bien. Por eso se haría preciso que en el plan divino de salvación se introdujese la intervención del Mesías, el Cristo, que redimiese al hombre para lo cual tendría que vencer a las asechanzas del Diablo, su enemigo del principio, el cual obtendría una victoria solo aparente –a efectos humanos nada mas- cuando sus sicarios le diesen muerte en el madero.
Cabe decir que la tesis planteada por Lactancia no ha sido admitida jamás por ningún teólogo cristiano, aunque se encuentre basada en la primitiva idea de que Satanás-ángel de la luz- fue el Arcángel mas perfecto y radiante, lo que le convertía en el mas próximo a Dios y quizá también en el primero en haber sido creado.
Pero esto no era obstáculo para que sus celos –de la clase que fuesen- al engendrar la rebeldía, le apartasen definitivamente del Dios Trino y Uno.
De todos modos, no deja de ser curioso que un cristiano sincero y docto como era Lactancia, pudiese enseñar en el siglo IV que Satanás no solo era primero y mas grande de los Arcángeles, sino también el hermano de la segunda persona de la Santísima Trinidad.
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