Sin comprobar los hechos ni contrastar fuentes, el
periodismo corporativo internacional transmitió al mundo la masacre de la aldea
siria Al-Houleh (Homs) para crear una opinión pública mundial favorable a una
respuesta mucho más dura contra el Gobierno de Bashar Al-Assad, al responsabilizar
a sus tropas de los hechos. Sin embargo, para algunos medios de comunicación y
sitios web suspicaces ante las manipulaciones mediáticas, comienza a ser una
certeza que las bandas armadas opositoras son las responsables de esta escalada
de homicidios para presionar por la intervención militar necesaria para
derrocar a Al-Assad.
Muchos videos han sido colgados en YouToube, sin que se sepa
su verdadero origen, y esta ha sido la «prueba» en la que se basan organismo
internacionales como Naciones Unidas, o regionales como la Liga Árabe
(manipulada por Arabia Saudita y Qatar, financiadores de los opositores armados
y terroristas), para condenar de manera premeditada a Al-Assad, sin que se haya
hecho una investigación seria, imparcial y objetiva sobre los acontecimientos,
como demandan Rusia y el propio Gobierno sirio.
La distorsión de los acontecimientos es burda. BBC, uno de
los medios del mainstream, publicó una foto falsa de la masacre. La imagen que
la cadena británica ofreció a su multitudinaria audiencia fue la de un
asesinato de niños en Iraq, hace nueve años, según reconoció el autor de la
instantánea, el italiano Marco Di Lauro, citado por The Daily Telegraph. Este
es un componente que tiene la suficiente fuerza psicológica en la fabricación de
genocidios y crímenes de guerras, achacados, por supuesto, a los Gobiernos
tildados por Occidente de enemigos.
Algunos análisis más serios de lo que sucedió en Al-Houleh
aportan pruebas que señalan a las bandas armadas y terroristas del denominado
Ejército Libre Sirio (ELS) como los verdaderos asesinos. Según el analista
Patrick Henningsen, los videos caseros colgados en internet muestran a niños
con disparos en la cabeza con armas de fuego a corta distancia. Incluso,
residentes ofrecen visiones que contradicen la versión de un bombardeo de las
fuerzas del Gobierno, al asegurar que algunas víctimas fueron asesinadas con
cuchillos.
Estos métodos y otros como el secuestro de civiles y
militares para luego pedir rescate, los atentados suicidas, la quema de campos
sembrados, el ataque a instalaciones económicas, son propios de las bandas que
están operando en Siria. Eso sí ha quedado documentado con pruebas enviadas por
Damasco a Naciones Unidas para exhortar a que algunos de los empotrados en su
Consejo de Seguridad y asediadores de Siria, detengan el financiamiento de
estos grupos y la actividad terrorista contra ese pueblo.
Según Syria News muchas de las víctimas eran de la tribu
al-Kard, conocida por apoyar al Gobierno. Entonces, ¿por qué el ejército
masacraría a partidarios de Al-Assad?
Hay muchas interrogantes, contradicciones y vacíos en la
historia que cuentan los grandes medios de comunicación a sus públicos en
Estados Unidos, Europa, y en la mismísima región árabe (los antidemocráticos
reyes del Golfo necesitan esta versión para empotrarse mucho más en sus
ilegítimos tronos). Por ejemplo, estos medios no se han cuestionado cómo es
posible que los paramilitares del ELS fueran los «descubridores» de los cuerpos
en Al-Houleh y los primeros en grabar esas horrendas imágenes y que luego
desaparecieran de la escena del crimen.
¿Por qué BBC, que dice ser «una voz independiente», saca de
sus archivos recuerdos de las atrocidades cometidas en Iraq y las presenta como
la prueba de un régimen «sanguinario» en Damasco? De seguro no fue una metedura
de pata de la cadena británica. Es una prueba de cómo los grandes medios
fabrican noticias favorables a los intereses occidentales.
La respuesta la dio este martes el nuevo presidente francés,
Francois Hollande, cuando en sus primeras declaraciones ante la televisión gala
tras su investidura en el cargo, no excluyó una eventual intervención militar
extranjera en Siria, si es coordinada en pleno por el Consejo de Seguridad de
la ONU.
Jorge L. Rodríguez González
Fuente: juventudrebelde.cu
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