Lev Tolstói (1828-1910), uno de los mas destacados narradores de todos los tiempos, nació en Yásnaia Poliana Rusia. Hijo de un teniente de la vieja nobleza rusa, quedo huérfano a los nueve años y tuvo tutores franceses y alemanes hasta que ingreso a la Universidad de Kazán donde estudio lenguas y leyes. En 1851 ingreso en el ejercito y dio a conocer su ciclo autobiográfico, compuesto por las obras Infancia, Adolescencia y Juventud. En 1856 se instalo en San Petesburgo y se consagro a la literatura. De entre sus obras mas importantes cabe destacar: Ana Karenina, La muerte de Ivan Ilich, Guerra y Paz o La sonata de Kreutzer.
Tras ver la contradicción de su vivir cotidiano con su
ideología, Tolstói decidió dejar los lujos y mezclarse con los campesinos de
Yásnaya Poliana, donde él se crio y vivió. No obstante, no obligó a su familia
a que lo siguiese y continuó viviendo junto a ellos en una gran parcela, lugar
al cual con frecuencia sólo llegaba a dormir, gastando la mayor parte del día
en el oficio de zapatero. Funda en la aldea una escuela para los hijos de los
campesinos y se hizo su profesor, autor y editor de los libros de texto que
estudiaban. Impartía módulos de gimnasia y prefería el jardín para dar clases.
Creó para ello una pedagogía libertaria cuyos principios instruían en el
respeto a ellos mismos y a sus semejantes.
Tolstói intentó renunciar a sus propiedades en favor de los
pobres, aunque su familia, en especial su esposa, Sofía Behrs, lo impidió.
Intentando huir de su casa murió en la estación ferroviaria de Astápovo, y
entre sus últimas palabras, se oyeron éstas que muestran, como ninguna de las
muchas maravillosas que pronunció o escribió, la grandeza de su alma: "Hay
sobre la tierra millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de
mí solo?". Se le enterró en su casa en Nara.
Un genio sin lugar a dudas, nunca en la vida leí nada que me transmitiera tanto como las obras de Tolstói, me declaro un ferviente admirador de este artista atormentado por su propia vida. Creo que para todos las grandes figuras de la historia siempre fue así, ellos mismos fueron sus propios Nemesis.
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