
Muchos niños pobres y huérfanos en Londres sobrevivieron al
unirse a las pandillas de carteristas controladas por criminales adultos. A
principios del siglo XIX, los delincuentes niños en Gran Bretaña eran
castigados de la misma manera que los adultos. Fueron enviados a prisiones para
adultos, transportados colonias penales de la época en Australia, azotados y
sentenciados a muerte por delitos como hurto.
En 1850 en Nueva York se registraron más de 200 guerras de
pandillas disputadas en gran parte por grupos juveniles. Todas las principales ciudades de
la Época victoriana en el siglo XIX tenían pandillas. Chicago tenía más de
1.000 pandillas en la década de 1920.
En la segunda mitad del siglo XX millones de
centroamericanos comenzaron a emigrar hacia los Estados Unidos en busca de
mejores condiciones de vida y escapando de dictaduras o guerras en sus países
natales. Ya a mediados de los años sesenta, en Los Ángeles, California, se crea
la “Mara Barrio 18” que surge como la primera pandilla denominada “mara”.
Quienes la componían eran inmigrantes centroamericanos, salvadoreños y
hondureños principalmente.

Generaciones completas de jóvenes se vieron excluidos de la
vida, excluidos del futuro. No hay dificultad mayor para cualquier ser humano
que saberse sin futuro, problema clave y
fundamental para entender el porqué de estas organizaciones delictivas.
Necesitad de agruparse, necesidad de pertenecer. Si el
estado no me da lo que es su obligación, entonces yo no tengo obligación para
con el estado, diría Rousseau, entonces he de construir mi propio estado, que
se ocupe de mi seguridad, de mi manutención, de mi salud, en fin, creo que allí
nace esta cuestión de las maras, o de cualquier agrupación que intente dar a
sus miembros lo que por naturaleza debería dar el estado y no lo provee.

Las actividades delictivas de esta mara han hecho que
expandan su "negocio", siendo contratados por el Cártel de Sinaloa
para contrarrestar a Los Zetas, con los que mantienen una guerra en la frontera
de Estados Unidos.
Debido a sus actividades criminales, en el año el FBI y la
DEA comenzaron a realizar redadas en base a investigaciones que pusieron a
cientos de miembros de pandillas tras las rejas en Estados Unidos. En 2009 las
investigaciones continuaban.
En los años noventa, Estados Unidos comienza a deportar a
los inmigrantes que residen ilegalmente en su país, y muchos pandilleros son
regresados a sus tierras de origen. Cuando los miembros de las maras vuelven a
sus naciones, se encuentran con el desorden existente, pues sus países están
recién consolidándose nuevamente como estados, ya que la mayoría se encontraba
recién saliendo de guerras o dictaduras, y la política estaba manejada por la
inseguridad y los vacíos legales.
El término “salvatrucha, deriva, aparentemente, de un
vocablo despectivo con que se los denominaba a los salvadoreños, los “salvatruchos”
Las maras son organizaciones transnacionales de pandillas
criminales asociadas que se originaron en Los Ángeles y otros puntos de Estados
Unidos y se han expandido a Canadá, México, América Central y España, debido
fundamentalmente a las deportaciones de centroamericanos desde Estados Unidos
hacia sus países de origen. Las maras se encuentran activas en zonas urbanas y
suburbanas. Una de las mayores maras es la Mara Salvatrucha (MS-13). Ésta no
posee un único líder sino que se organiza en células, denominadas clicas. En
Latinoamérica posee más de 70.000 miembros.
La solidaridad étnica es un factor común en las bandas. Las
pandillas hispanas y negras se formaron durante la década de 1960. A menudo
tenían conexiones con los movimientos sociales como el Movimiento de Derechos
Civiles y la retórica nacionalista adaptada. Tanto las razas mayoritarias como
las minoritarias en la sociedad han establecido pandillas en el nombre de la
identidad: las pandillas Bakassi Igbo en Nigeria defienden al grupo mayoritario
Igbo violentamente y por medio del terror, y en los Estados Unidos, los blancos
que se sentían que amenazados por los derechos de las minorías formaron sus
propios grupos, como el Ku Klux Klan. En respuesta a una creciente migración
negra e hispana, se formó una banda blanca llamada Caylords en Chicago.

Los grupos del crimen organizado rusos de Chechenia,
Ucrania, Georgia y otros ex países soviéticos o grupos "Bratvas"
tienen aproximadamente 300.000 personas afiliadas.
En la actualidad, el fenómeno social de las
maras se encuentra concentrado en seis países: 50 mil pandilleros en Estados
Unidos, 30 mil en el salvador, 30 mil en Honduras, 20 mil en Guatemala, 10 mil
en Nicaragua y 10 mil en México, sumando un total de 150 mil miembros activos
de las maras en Centroamérica y Norteamérica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario