domingo, 22 de enero de 2012

De los Thuggee a las Maras; historia de la infamia



Una gran variedad de bandas, como La Orden de los Asesinos, los Thuggee de la India, las tríadas chinas, los Snakehead ( "cabezas de serpiente"  son individuos encubiertos que transportan a personas desde China a los Estados Unidos y a otros países), la Yakuza, la mafia irlandesa,  la mafia judía, la mafia rusa y la mafia italiana han existido por siglos.  Por ejemplo, durante el siglo XIII los miembros pertenecientes a la Camorra de Cerdeña, más conocida como Gamurra, compuesta de condotieros, antes de ir a Nápoles trabajaron como policías privados y guardaespaldas, e incluso se organizaban para vivir de la mendicidad. Probablemente la más famosa de todas sea la Cosa Nostra.
Muchos niños pobres y huérfanos en Londres sobrevivieron al unirse a las pandillas de carteristas controladas por criminales adultos. A principios del siglo XIX, los delincuentes niños en Gran Bretaña eran castigados de la misma manera que los adultos. Fueron enviados a prisiones para adultos, transportados colonias penales de la época en Australia, azotados y sentenciados a muerte por delitos como hurto.
En 1850 en Nueva York se registraron más de 200 guerras de pandillas disputadas en gran parte por grupos  juveniles. Todas las principales ciudades de la Época victoriana en el siglo XIX tenían pandillas. Chicago tenía más de 1.000 pandillas en la década de 1920.
En la segunda mitad del siglo XX millones de centroamericanos comenzaron a emigrar hacia los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida y escapando de dictaduras o guerras en sus países natales. Ya a mediados de los años sesenta, en Los Ángeles, California, se crea la “Mara Barrio 18” que surge como la primera pandilla denominada “mara”. Quienes la componían eran inmigrantes centroamericanos, salvadoreños y hondureños principalmente.
El término “Mara” con el cual se identifican estos jóvenes, trae una connotación coloquial, utilizada en el salvador, allá por los años ’70, que implicaba una relación de amistad, decir: “mi mara” equivalía a: “mi grupo de amigos”, mis compañeros, etc. Ese término, adaptado y transformado por la violencia de los años, más de los 70, 80 y 90 en adelante; donde la situación de Latinoamérica ha llegado a límites insostenibles. Donde las relaciones familiares se han perdido, no porque la gente así lo haya coordinado, sino porque los gobiernos desgraciados que nos tocaron vivir; mas después de la instauración definitiva de la política genocida y salvaje del neoliberalismo, ha dejado a generaciones completas fuera del sistema social, fuera de todo orden, sin contención, sin educación, sin salud, el estado simplemente se desentendió de millones de compatriotas dejándolos librados a su suerte. Sin planes sociales de contención, sin políticas de estado que promuevan una reconstrucción paulatina y gradual, sin planes de trabajo que acompañen algún tipo de crecimiento.
Generaciones completas de jóvenes se vieron excluidos de la vida, excluidos del futuro. No hay dificultad mayor para cualquier ser humano que saberse sin futuro,  problema clave y fundamental para entender el porqué de estas organizaciones delictivas.
Necesitad de agruparse, necesidad de pertenecer. Si el estado no me da lo que es su obligación, entonces yo no tengo obligación para con el estado, diría Rousseau, entonces he de construir mi propio estado, que se ocupe de mi seguridad, de mi manutención, de mi salud, en fin, creo que allí nace esta cuestión de las maras, o de cualquier agrupación que intente dar a sus miembros lo que por naturaleza debería dar el estado y no lo provee.

Luego, en la década de los ochenta, es creada una segunda mara: la MS13 o Mara Salvatrucha. Esta, desde el momento en que fue creada, se posicionó como la rival y enemiga directa de La Mara Barrio 18.
Las actividades delictivas de esta mara han hecho que expandan su "negocio", siendo contratados por el Cártel de Sinaloa para contrarrestar a Los Zetas, con los que mantienen una guerra en la frontera de Estados Unidos.
Debido a sus actividades criminales, en el año el FBI y la DEA comenzaron a realizar redadas en base a investigaciones que pusieron a cientos de miembros de pandillas tras las rejas en Estados Unidos. En 2009 las investigaciones continuaban.
En los años noventa, Estados Unidos comienza a deportar a los inmigrantes que residen ilegalmente en su país, y muchos pandilleros son regresados a sus tierras de origen. Cuando los miembros de las maras vuelven a sus naciones, se encuentran con el desorden existente, pues sus países están recién consolidándose nuevamente como estados, ya que la mayoría se encontraba recién saliendo de guerras o dictaduras, y la política estaba manejada por la inseguridad y los vacíos legales.
El término “salvatrucha, deriva, aparentemente, de un vocablo despectivo con que se los denominaba a los salvadoreños, los “salvatruchos”
Las maras son organizaciones transnacionales de pandillas criminales asociadas que se originaron en Los Ángeles y otros puntos de Estados Unidos y se han expandido a Canadá, México, América Central y España, debido fundamentalmente a las deportaciones de centroamericanos desde Estados Unidos hacia sus países de origen. Las maras se encuentran activas en zonas urbanas y suburbanas. Una de las mayores maras es la Mara Salvatrucha (MS-13). Ésta no posee un único líder sino que se organiza en células, denominadas clicas. En Latinoamérica posee más de 70.000 miembros.
La solidaridad étnica es un factor común en las bandas. Las pandillas hispanas y negras se formaron durante la década de 1960. A menudo tenían conexiones con los movimientos sociales como el Movimiento de Derechos Civiles y la retórica nacionalista adaptada. Tanto las razas mayoritarias como las minoritarias en la sociedad han establecido pandillas en el nombre de la identidad: las pandillas Bakassi Igbo en Nigeria defienden al grupo mayoritario Igbo violentamente y por medio del terror, y en los Estados Unidos, los blancos que se sentían que amenazados por los derechos de las minorías formaron sus propios grupos, como el Ku Klux Klan. En respuesta a una creciente migración negra e hispana, se formó una banda blanca llamada Caylords en Chicago.
Más de 1.000 bandas operaban en el Reino Unido en 2009. Hay entre 25.000 y 50.000 miembros de las maras en América Central. El cartel mexicano de drogas tiene casi 100.000 soldados de a pie. Yakuza se encuentra entre una de las mayores organizaciones de la delincuencia en el mundo. En Japón, desde 2005 se conocen 86.300 miembros. Las triadas de Hong Kong incluyen hasta 160.000 miembros en el siglo XXI.  Se estima que en la década de 1950, había 300.000 miembros de la Tríada en Hong Kong.  El gobierno de China afirma que la policía ha eliminado 1221 pandillas estilo tríadas en toda China desde que la represión se inició en 2006. Más de 87.300 sospechosos han sido arrestados. El FBI considera que el tamaño de los cuatro grupos de mafia italiana es de aproximadamente 25.000 miembros y 250.000 afiliados en todo el mundo.
Los grupos del crimen organizado rusos de Chechenia, Ucrania, Georgia y otros ex países soviéticos o grupos "Bratvas" tienen aproximadamente 300.000 personas afiliadas.

En la actualidad, el fenómeno social de las maras se encuentra concentrado en seis países: 50 mil pandilleros en Estados Unidos, 30 mil en el salvador, 30 mil en Honduras, 20 mil en Guatemala, 10 mil en Nicaragua y 10 mil en México, sumando un total de 150 mil miembros activos de las maras en Centroamérica y Norteamérica.

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