martes, 7 de febrero de 2012

Hoy se cumplen 50 años del bloqueo a Cuba


El 7 de febrero se cumplen exactamente cincuenta años de la entrada formal en vigor del bloqueo a Cuba. El 3 de febrero de 1962 Kennedy firmaba la Orden Ejecutiva Presidencial, que entraba en vigor 4 días después. Fue un formalismo, ya que numerosas sanciones eran ya efectivas desde el mismo triunfo de la Revolución, en 1959.
Un memorando del 6 de abril de 1960, del Secretario de Estado asistente Lester Mallory, resumía el objetivo del bloqueo: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Las empresas cubanas no pueden –salvo excepciones muy reguladas- vender ni comprar productos en su mercado natural, EEUU, debiendo acceder a mercados distantes, con un incremento considerable de costes. El bloqueo impide el turismo norteamericano, que supondría una enorme inyección de liquidez al país. Empresas de terceros países no pueden vender en EEUU productos que contengan un solo gramo de producto cubano, lo que impide las exportaciones de Cuba a sectores estratégicos de la economía mundial. Buques mercantes de terceros países no pueden entrar a EEUU si en los seis meses anteriores han tocado puerto cubano, lo que, en la práctica, multiplica los costes de transporte de bienes a Cuba. La Isla no recibe préstamos del Banco Mundial o el FMI, controlados por EEUU. Etc., etc., etc.
A pesar de todo, el inicio, la semana pasada, de las prospecciones petrolíferas en aguas profundas de Cuba, y el avance de las obras conjuntas con Brasil para hacer del puerto de Mariel uno de los principales centros mercantes del Caribe, son duros golpes a esta política de asfixia económica. En EEUU, desesperan por todo esto, y porque los cambios económicos en la Isla, decisión soberana y consensuada de su población, comienzan a dar resultados. Y es que, a pesar del bloqueo y las mil mentiras de los medios, Cuba, sin embargo se mueve.

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